El surf está de moda, es una evidencia. Año tras año cientos de nuevas personas se animan a empezar con este deporte que engancha tanto que hasta para muchos se acaba convirtiendo en un modo de vida.
Prueba de todo ello son las innumerables escuelas y campamentos de surf que han proliferado por cada una de las playas de nuestra costa que reciben olas con regularidad. Y lo curioso es que a pesar de que el número de escuelas de surf se ha multiplicado en los últimos años por 2 por 3 y hasta por 4 dependiendo en que zona en la que se encuentren, son tantos los nuevos alumnos que hay cada año que casi todas salen adelante y cada una coge su parte del pastel. Al menos de momento.
Pero este exceso de demanda y oferta también tiene su contrapunto. Es tanta la saturación de alumnos que tienen las escuelas especialmente en la época estival que en muchas ocasiones requieren de la contratación urgente de nuevos instructores y no en todos los casos estos están debidamente preparados o tienen la experiencia suficiente para ofrecer el mejor servicio.
Cómo elegir un buen instructor de surf
El surf no es un deporte fácil. Más bien todo lo contrario. Es un deporte muy sacrificado y mucho más técnico de lo que pueda parecer. Además se realiza en un entorno cambiante y no exento de peligros por lo que la seguridad debe ser siempre una máxima para escuelas e instructores.
La elección de una buena escuela para tus clases de surf es importante. Una buena escuela siempre te va a garantizar el mejor material, y tener todos los seguros al día que es algo fundamental en caso de un accidente. Pero más importante que la elección de la escuela es la elección del monitor dentro de esa escuela que te va a dar las clases. Acertar con la elección de monitor puede marcar la diferencia entre amar el surf y engancharse a este deporte para siempre o tirar la toalla después de la primera clase si la experiencia ha sido frustrante.
Existen muchas páginas para búsqueda de escuelas y campamentos de surf pero hoy os quiero presentar una nueva web para búsqueda de instructores llamada surfbook en donde los alumnos pueden buscar a su instructor ideal usando una serie de filtros hasta dar con el instructor que es perfecto para ellos. Además pueden consultar la ficha completa del instructor y de la escuela para la que trabaja para comprobar si cumplen con todos sus requisitos.
3 consejos de como debería de ser un buen instructor de surf
1.- No queremos buenos surferos, queremos buenos profesores
No es lo mismo ser un buen surfero que un buen instructor de surf. Hay una gran diferencia entre ambos conceptos. Hacer bien una algo es una cosa y saber enseñarlo es otra. Todos los veranos son muchos los buenos surfistas que se ponen a dar clases en alguna escuela local sin más pretensión que la de sacar un dinero extra para el verano. Ser instructor es una profesión y sí no se entiende como tal entonces no creo que se pueda hacer bien. Para ser un buen instructor te tiene que gustar dar clase y disfrutar con ello. Si solo lo haces para sacarte unos euros extras como el que trabaja en una terraza de verano solo conseguirás cubrir el expediente pero no le aportarás a tus alumnos esa “magia” extra que aporta todo buen profesor.
Como se suele decir más sabe el diablo por viejo que por diablo y en mi opinión esto también es aplicable al mundo de los instructores. A mi me gustan los instructores con experiencia. Los que se han curtido en mil batallas y por que no decirlo los que ya han tenido que sacar a más de un alumno de algún que otro apuro.
Un instructor con experiencia sabe cuando apretar a sus alumnos y exigirles un último esfuerzo y cuando es hora de parar. Sabe leer el mar y evita los peligros. Saben que ejercicios funcionan y cuales no dan resultados. Sabe lo que necesita cada alumno después del primer minuto con ellos.
Si quieres divertirte busca a un instructor divertido pero si quieres aprender busca a uno con experiencia.
2.- No a los instructores “gato” ni a los presumidos
Las playas están llenos de ellos y son aquellos a los que, como a los gatos, parece que no les gusta mojarse. Los vemos siempre al borde de la orilla dando instrucciones a sus alumnos desde la distancia y con el neopreno bien seco. Así NO.
Para dar una buena clase no puedes hacerlo desde la orilla.
Debes meterte en el agua con tus alumnos y estar a su lado todo momento para darles seguridad y confianza. Incluso he llegado a ver a instructores meterse con aletas para nadar más rápido junto a sus alumnos mientras surfeaban. Así SÍ.
Y luego están los instructores “presumidos” que no se han enterado que el alumno los pagan para que el instructor les vea surfear a ellos y no al revés. Cuando veo a un instructor que está dando una clase a principiantes coger una ola tras otra y hacer cutbacks, floaters y demás diabluras mientras sus alumnos les observan siempre pienso que debería ser el instructor el que pagara por poder ir a surfear ese día a la playa a su “bola” mientras que un grupo de gente (sus alumnos) le observan.
No, instructor presumido, lucirte delante de tus alumnos en el agua no les aporta nada más que engordar tu ego hacerles perder su tiempo y dinero. Ya se que hay días que hay tan buenas olas que cuesta mucho estar en la orilla cogiendo espumas sin poder probar esos caramelos pero un buen instructor sabe centrarse solo en sus alumnos que deben ser siempre su prioridad.
El día es muy largo para el que sabe esperar.
3.- Un poco de psicología por favor
Como ya hemos dicho antes el surf es un deporte fantástico pero también muy duro.
Hay 3 sentimientos que invaden a cualquier alumno de surf durante su aprendizaje que son el miedo, el agotamiento y la frustración y un buen instructor debe saber como lidiar con ellos para evitar que su alumno tire la toalla cuando cualquiera de estos sentimientos se apoderan de él.
- Miedo: A lo mejor las olas no dan miedo desde la orilla pero cuando estás dentro del mar con el agua al cuello o en la cresta de la ola decidiendo si vas o no vas la cosa cambia bastante. Todo buen instructor debe saber entender ese sentimiento y ofrecer a su alumno la seguridad y confianza que le ayude a vencerlo.
- Agotamiento: El surf es un deporte muy físico en el que ejercitas todos y cada uno de los músculos de tu cuerpo. Saber cuando parar o cuando tu alumno necesita bajar el ritmo para no agotarlo es importante. Motivar a tu alumno para que no sea perezoso y se esfuerce es necesario para surfear las olas pero llevar a tus alumnos al limite puede ser contraproducente. Un buen instructor sabe adaptar sus clases a la condición física de sus alumnos.
- Frustración: El surf no es un deporte fácil. No, no lo es. Por eso cuando coges tu primera ola el subidón es tan grande, porque sólo tú sabes lo que te ha costado. Pero ese camino hacia tu primera ola ha estado lleno de frustraciones. De cientos de intentos en donde no eras capaz de ponerte de pie en la tabla que te han hecho pensar una y otra vez que ese deporte no era para ti. Un buen instructor debe ser capaz de hacerte entender que el único camino hacia el éxito es el fracaso y cada vez que te caes estás más cerca de conseguirlo. Un buen instructor de surf transforma la frustración en motivación.
Post escrito por un autor invitado: Jota
Amante de todo tipo de deportes, Jota descubrió el surf más tarde de lo que a él le hubiera gustado pero desde entonces todo en su vida gira en torno al surf. Se fue a vivir a Australia para recuperar el tiempo perdido y poder surfear a diario. A su vuelta se instaló en Lanzarote donde ha trabajado durante muchos años como encargado de varias escuelas de surf. Producto de su experiencia y de tratar a diario tanto con alumnos como con instructores, Jota ha fundado surfbook que es el primer directorio online de instructores de surf para que cada alumno pueda encontrar a su instructor ideal.
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